Conil de la Frontera

Playas abiertas, calles blancas

Conil huele a mar y a cocina recién hecha. Tiene playas abiertas al Atlántico, casas encaladas, rutas entre acantilados y tardes de terraza mirando cómo se esconde el sol. Aquí se vive con ese equilibrio justo entre calma y vida. Es Cádiz, sin filtros y con todo su arte.

Cádiz

Playa de los Bateles

Amplia, mirando al Atlántico y con el pueblo justo detrás. Aquí hay espacio para tumbarse sin agobios, pasear por la orilla o ver caer el sol tras las dunas. Sencilla, luminosa, real. ¡Solo faltas tú!

Cádiz

Acantilados de la Fuente del Gallo

Cerca de Conil, un paisaje más salvaje. Senderos junto al mar, vistas que sorprenden y atardeceres que merecen una pausa. Se puede caminar hasta pequeñas calas o simplemente dejar que la brisa te despeje.

Cádiz

Mercado de Abastos

Punto de encuentro local. Aquí se mezclan aromas, acentos y productos frescos. Un buen lugar para sentir el pulso del pueblo, tomar algo y entender de verdad qué significa estar en Conil.