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Pineda del Mar
Entre el mar y lo cotidiano, todo sabe mejor
Pineda de Mar no tiene artificios. Una playa larga, calles de pueblo y ese ritmo tranquilo que se agradece cuando vienes de ciudad. Aquí los días se llenan de cosas sencillas: un paseo, un helado, un rato en la arena. Todo funciona. Todo está cerca. Y si quieres moverte, en media hora estás en Barcelona.
Barcelona
Platja dels Pescadors
Una playa amplia, limpia y con ambiente local. Con lo esencial y ese aire natural que fascina. Mar abierto, arena fina y espacio para poner la toalla donde quieras. Así de fácil.
Barcelona
Església de Santa Maria
En el corazón del pueblo, una iglesia discreta pero con historia. Alrededor, plazas con terrazas, olor a pan del día y gente que se saluda. Una parada para ver cómo late Pineda de verdad.
Barcelona
Carril bici costero
No es un paseo turístico: es un recorrido real, plano y con mar a la vista. Sirve para llegar a Calella o Malgrat, o simplemente pedalear un rato deleitándote con las vistas y el paisaje.
